En el término municipal de Valmojado se han encontrado yacimientos y restos de diversas épocas. Los materiales más antiguos y dispersos proceden del Paleolítico Inferior, época en la que los homínidos crearon los primeros utensilios.
En la imagen, bifaz de cuarcita hallado en Valmojado. Hoy, en los fondos del Museo Arqueológico Provincial.
De la Segunda Edad del Hierro parecen ser varios fragmentos de "catillus" de granito, encontrados en los entornos del arroyo de Buzarabajo o Vallehermoso, también depositados en el Museo de Santa Cruz de Toledo. Según la división que citan las fuentes latinas, Valmojado se localizaría próximo a la frontera de los territorios ocupados por los Carpetanos y por los Vettones. El trigo y las bellotas eran alimentos esenciales de los habitantes de este territorio, por tanto, las viviendas de los indígenas hispanos debían contar con esta clase de molinos rotativos de uso doméstico. Estaban compuestos por dos piedras cilíndricas, más anchas que altas, girando una sobre la otra mediante un mango en la parte externa de la muela superior, llamada "catillus". A través de un orificio en el eje se echaba el grano que, convertido en harina gruesa, salía al exterior a través de un canal diametral.
El término de Valmojado estaba, durante la Antigüedad, en los entornos de importantes vías romanas que conducían desde Mérida a Zaragoza. De igual modo, la Cañada Real Segoviana, que transcurre rozando nuestro casco urbano, se está considerando como una vía relevante de comunicación en aquella época, debido al descubrimiento de restos de infraestructura caminera y de múltiples referencias arqueológicas, epigráficas y toponímicas en su recorrido. A corta distancia de la población actual existen varios yacimientos de origen romano, como Santa María de Batres (actual Parque Arqueológico de Carranque), Villamanta, Arroyomolinos o Berciana (Méntrida).
De época visigoda parecen ser los fondos de cabaña y los silos localizados en los márgenes del arroyo de Vallehermoso, siendo asociados con los numerosos asentamientos rurales que han aflorado en el extremo norte de La Sagra toledana. Se trata de núcleos campesinos, sin estructuras defensivas, cerca de arroyos o de lugares con disponibilidad de agua.
Durante la dominación árabe, el espacio que ocupa Valmojado se encuadraba dentro de los límites del alfoz o territorio de Calatalifa (hoy, en Villaviciosa de Odón), antiguo castillo edificado, según las crónicas, por mandato de Abd al-Rahmán III en el año 940. Este tipo de fortalezas ha sido considerado como eje de un territorio subordinado en el que se inscribían, entre otras clases de poblamientos, las alquerías.
Después de la Reconquista de Toledo (1085) y finalizado un periodo de inestabilidad a principios del siglo XII, Alfonso VII concedería, en 1136, la ciudad de Calatalifa al obispo de Segovia para repoblarla. El privilegio del rey confirmaba al prelado y a sus sucesores Calatalifa "con todos los términos antiguos y rentas íntegras que se sepa haber tenido y dominado en la época de los moros" o en la de Alfonso VI. Esos términos llegaban hasta Santa María de Batres (Carranque) y seguían la carrera que iba y dividía los términos entre Olmos (El Viso de San Juan) y Madrid. Ante la incapacidad de la iglesia segoviana para repoblar estos territorios, en 1161 el rey Alfonso VIII hizo un trueque con don Guillelmo, obispo de Segovia, donándole la cuarta parte de las rentas de la ciudad a cambio de Calatalifa, sin Batres, pasando la ciudad y fortaleza al concejo de Segovia.
Las primeras noticias escritas sobre el antecedente del municipio datan del 8 de marzo de 1207. El rey Alfonso VIII confirmaba la concesión, junto con Azután ("Borge Azultan"), de una aldea llamada el Villar de Cinco Fuentes ("el Villar de Quinque Fontes") al Monasterio de San Clemente de Toledo. El caserío se citaba situado en el lecho materno del arroyo de Buzarabajo, actual arroyo de Valdeoro o Vallehermoso, entre Casarrubios del Monte, la alquería de Aznar Gómez y las aldeas de Dominico Ferro y Pozuelos.
Caño Fresco, junto a la Cañada Real Segoviana, una de las fuentes más antiguas de Valmojado
El privilegio hacía mención de otra donación anterior, por la cual un rey "emperador" (Alfonso VII) había otorgado el Villar de Cinco Fuentes a dos personajes, quizá repobladores, llamados Pedro Moro y Balduíno. Algunos expertos en etimología sostienen que las palabras "villar" o "casar" podrían hacer referencia a "ruinas" o "despoblado ruinoso" en época de Reconquista y repoblación cristiana, no descartándose la posibilidad de un antecedente poblado en época islámica.
A través de un privilegio del rey Alfonso VIII, fechado el 12 de diciembre de 1208, el lugar dejó de pertenecer a las abadesas de San Clemente para formar parte de la Tierra de Segovia. La ciudad del Acueducto, que basaba su economía en la ganadería y la industria textil lanera, jugó un papel fundamental en la repoblación de esta zona. El citado privilegio, que establecía parte de los límites territoriales de una de las divisiones administrativas de la ciudad segoviana (campos de Canmayor o sexmo de Casarrubios), hace mención de un Portillejo ("Portelleio"). Es probable que ésta fuese la primera alusión escrita al Passo y Puerto de Ganados de Valmojado que estuvo situado en la Cañada Real Segoviana.
Extracto del privilegio de Alfonso VIII (1208), conocido como "Privilegio de la Bolsilla", por el que se conceden los límites meridionales del sexmo de Casarrubios. Archivo de la Ciudad y Tierra de Segovia.
Desde tiempo inmemorial Segovia cogía en Valmojado una especie de peajes llamados "caucera" y "retorno" de los ganados. Según varios testimonios de principios del siglo XVI, el "derecho de caucera" consistía en coger una o dos cabezas por cada millar de ovejas que no fueran de la tierra de la ciudad y que pasaran hacia las Extremaduras. Los testigos de la época cuentan que la recaudación del citado peaje era "por el alcázar de Segovia". Del mismo modo, cuando ganados ajenos a la tierra volvían de cañada por Valmojado, la ciudad les cobraba 12 maravedíes por el derecho de "retorno" .
En el siglo XIV (1312-1350) fueron citados "Los Portillos" ("Los Portiellos") en el Libro de la Montería de Alfonso XI, en el capítulo correspondiente a los "montes y tierras de Madrid y de Alhamín"; concretamente en una de las vocerías de Val de Peñuelas (Valdepiñuelas), donde se destacaba la idoneidad para la caza del "puerco" (jabalí) durante el invierno:
Et son las vocerias la una por el camino que va de Casa Rubios a Mentrida desde los Portiellos fasta Belvis; et la otra desde Villa Nueva por ribera del río fasta Peñas Rubias.
Aproximadamente un siglo después (1436) se hizo mención de "Los Portillos de Casarrubios" en la descripción de las dimensiones del término limítrofe de Alhamín; el motivo había sido un trueque realizado entre don Álvaro de Luna y la mitra arzobispal de Toledo.
El 13 de diciembre de 1449 Pedro Sarmiento, alcaide de las alzadas de Toledo, hizo mención, por primera vez en documentos, del topónimo "Valmojado". El motivo había sido unos "recudimientos de alcabalas", junto con Casarrubios, la Aljama de los Judíos y Villamanta, por la venta de unos ganados en aquella ciudad.
Ganado abrevando en Valmojado, Cañada Real Segoviana.
En 1456, el Maestresala Juan de Cogollos, administrador de la Villa de Casarrubios por la reina doña Juana de Aragón y Navarra, puso en marcha un programa repoblador que chocaba de frente con la jurisdicción de Segovia: nombró concejos, amplió dehesas, acotó otras nuevas y reglamentó la repoblación de todos los lugares de la zona. Es la primera noticia que existe sobre justicias puestas en Valmojado (1456-1464).
Mapa del sexmo segoviano de Casarrubios, con algunas de sus poblaciones. En azul, la mojonera del señorío de Casarrubios establecida por el almirante don Fadrique Enríquez en 1467.
La ciudad jamás aceptó aquellos límites, ni el privilegio del "falso rey", que moriría nueve meses después de conceder el privilegio. Pero sería don Gonzalo Chacón, Mayordomo Mayor y privado de Isabel, quien acabaría por imponer la mojonera del almirante en 1468, aunque no en su totalidad. Chacón había accedido por primera vez al señorío de Casarrubios, poco tiempo antes, como administrador de la reina. Enrique IV le hizo merced de Casarrubios el 24 de noviembre. Ese mismo año, Abraham Seneor, alguacil mayor de la Aljama de Segovia, rabino mayor de Castilla y por entonces arrendador del Puerto de Valmojado, pedía protección al rey debido a ciertas "inseguridades" en el paso de ganado.
Estatua de don Gonzalo Chacón, en Arroyomolinos (Madrid).
En 1472, y tras un breve tiempo en manos del Conde de Fuensalida, el señorío volvió a manos de Chacón. Hacia el año 1484 dicho comendador fundaría un mayorazgo con las villas de Casarrubios y Arroyomolinos; y, entre otros lugares, con Villamanta, Valmojado y El Álamo.
El concejo de Valmojado quedaría ligado a los sucesivos Señores/Condes de Casarrubios hasta la caída del Antiguo Régimen. El 7 de enero de 1734 el rey Felipe V concedió el Privilegio de Villazgo al municipio. La cédula de exención había solicitado a petición de sus justicias pedáneas ante el Consejo de Hacienda, librando a la villa exenta de los "atropellos" y "malos tratamientos" que, según declaraciones de los vecinos, venían recibiendo por parte de los alcaldes de la cabeza de la jurisdicción. En esa misma fecha dio comienzo el pleito sobre términos con Casarrubios y su condado, que duraría un cuarto de siglo, dando término en 1759 y siendo confirmados, por tercera vez, la Real Cédula de Exención y el Privilegio de Villazgo. Aun así, las descripciones del Cardenal Lorenzana (1786) aluden a que el municipio trataba de sacudirse el yugo feudal, teniendo pleito pendiente con el conde de Casarrubios, el cual seguía nombrando alcaldes para su concejo.
Primera página de la Real Cédula de Exención y Villazgo, por el rey Felipe V, notificada el 7 de enero de 1734. Archivo Municipal de Valmojado.
En 1833, la nueva división provincial ideada por Javier de Burgos apartó a Valmojado de la antigua provincia de Madrid para formar parte de la de Toledo.
Bibliografía:
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GONZÁLEZ AGUDO, David (2010), El Cristo del Amparo. Apuntes para la historia parroquial de Valmojado, Valmojado, Cofradía del Santísimo Cristo del Amparo.
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CRESPO FRAGUAS, Ángela (2012), "Los cuatro catillus de Valmojado", Fiestas Patronales Valmojado 2012, Valmojado, Ayuntamiento de Valmojado, pp. 63-65.
ARROYO LÓPEZ, Fausto J. (2014), "Aprender a amar la historia: el señorío de Casarrubios", I Jornadas Históricas "Raíces Compartidas". Ayuntamiento de Valmojado.
Enlaces web:
RODRÍGUEZ MORALES, Jesús (2014), "Caminería y poblamiento antiguo y medieval en la región de la Sagra", I Jornadas Históricas "Raíces Compartidas", Ayuntamiento de Valmojado.
https://www.youtube.com/watch?v=tBziVGd3wls&feature=youtu.be